FICHA TÉCNICA
Título: Maybe Someday
Autor: Colleen Hoover
Páginas: 370
Precio: -
Edición: Rústica
Editorial: Atria Books
ISBN: 9781476753164
SINOPSIS
A los veintidós años, la aspirante a música Sydney Blake tiene una gran vida: Ella está en la universidad, tiene un trabajo estable, está enamorada de su maravilloso novio, Hunter, y comparte piso con su mejor amiga, Tori. Pero todo cambia cuando descubre a Hunter engañándola con Tori-y ella se marcha tratando de decidir qué hacer a continuación.
Sydney queda cautivada por su misterioso vecino, Ridge Lawson. No puede apartar los ojos de él o dejar de escucharlo tocar la guitarra todos los días desde su balcón. Ella puede sentir la armonía y las vibraciones en su música. Y hay algo en Sydney que Ridge no puede ignorar, tampoco: Él parece haber encontrado finalmente su musa. Cuando su inevitable encuentro sucede, pronto se encuentran necesitándose el uno al otro en más de un sentido...
Sydney queda cautivada por su misterioso vecino, Ridge Lawson. No puede apartar los ojos de él o dejar de escucharlo tocar la guitarra todos los días desde su balcón. Ella puede sentir la armonía y las vibraciones en su música. Y hay algo en Sydney que Ridge no puede ignorar, tampoco: Él parece haber encontrado finalmente su musa. Cuando su inevitable encuentro sucede, pronto se encuentran necesitándose el uno al otro en más de un sentido...
MI OPINIÓN
Si soy honesta, no estaba del todo convencida de leer este libro. Había leído Ugly Love y había quedado algo desilusionada, así que no me llamaba mucho la atención Maybe Someday. Al principio me esperaba una idea trillada, más de lo mismo, sin embargo el libro me sorprendió. La narrativa fue mucho mejor, y la historia me gustó completamente. Algo que me encantó, fue que el libro estaba dividido entre los dos protagonistas. Cada capítulo estaba subdividido de acuerdo al punto de vista de cada uno. Otra cosa que cabe resaltar, es que el protagonista masculino no es el típico chico lindo que te mata con sus palabras, o la clase de tipo malo que te deja sin respiración. Ridge es sordo. Este planteamiento cambia de manera radical todo lo que uno puede esperar del libro, ya que cualquier relación entre ellos no es a lo que estamos acostumbrados. Él ama la música y la siente de un modo único e indescriptible. En el libro la autora incluye letras preciosas que él va componiendo con y por Sydney. A su vez nos enseña cómo siente una persona que carece del sentido de la audición, cómo se comunica, cuánto puede costarle hacerse entender con aquellos que desconoce. Este libro nos muestra la débil línea que separa la amistad del amor, como así también el proceso de atracción y enamoramiento. Hay frases espectaculares, en las que deja en claro los valores de cada personaje.
Sydney Blake es una chica de veintidós años que está en la universidad a la que le apasiona la música. Vive con su mejor amiga Tori, tiene un novio llamado Hunter, y le fascina escuchar a su vecino tocar la guitarra en el balcón. Al principio es un personaje con mucho humor y sarcasmo, pero lentamente va mutando en algo más. Se vuelve más madura. El mismo día de su cumpleaños se entera de que su mejor amiga y su novio la han estado engañando por un largo tiempo, y descubre que no tiene a dónde ir. Sin trabajo, sin hogar y completamente rota, encuentra un refugio en Ridge Lawson, su vecino.
«Lo último que quiero, o incluso necesito, es enamorarme de este chico.
Sin embargo estoy pensando que eso puede haber ocurrido antes de esta semana.»
Ridge Lawson es un chico de veinticuatro años que compone música. Desde que tiene uso de razón que es sordo, y su pasado es bastante triste. Vive con su mejor amigo, Warren, y otra chica. La música es la mejor parte de su vida, pero se encuentra en un momento de bloqueo. Está de novio hace cinco años con Maggie, una chica sorda de la que lleva enamorado mucho más tiempo del que llevan juntos. Su hermano, Brennan, es el líder de una banda bastante conocida que toca los temas que él compone. Ridge se ve envuelto en un problema cuando nota que Sydney no sólo es su musa, si no que además quita a Maggie de su mente. Se da cuenta, lamentable y dolorosamente, de que está enamorado de ambas.
«Me doy la vuelta y las miro, las dos mitades de mi corazón, abrazadas fuertemente en una cama de ironía»
Warren, el mejor amigo de Ridge, es uno de los personajes que más me gustó en el libro. Su sentido del humor ácido, su vocabulario sucio, y su lealtad a Ridge, hacen que lo adore. Por momentos pensé que era muy cruel con algunas cosas que le decía a Sydney , pero ciertamente tenía buenos motivos. Conoce a Ridge desde los catorce años. Sus padres también son sordos, por lo que el lenguaje de señas nunca fue un problema para él. Es un amigo de fierro. A su vez tiene una relación de amor-odio con Bridgette que me hizo reír muchísimo.
«A veces en la vida, necesitamos un par de días malos con el fin de mantener los buenos en perspectiva»
Bridgette es la otra chica con la que comparten el departamento. Tiene un temperamento muy especial, por lo que casi todos dicen que es medio perra. Trabaja en Hooters, así que está más que claro que es bastante atractiva, sin embargo cualquier encanto que tenga queda opacado por su mal genio. Durante el día se insulta con Warren, pero por las noches siempre están juntos.
«Sabes, la mayoría de las cosas que la gente dice cuando están borrachos son más precisas y honestas que las que dicen cuando están sobrios»
Maggie es la novia de Ridge. Es sorda como él, aunque ella sí habla. Su vida es muy especial, tal como lo es ella misma. La puedo definir como divertida, alegre, buena y excesivamente trabajadora. Quiere muchísimo a Ridge, y tienen un vínculo increíble. Más allá de todo, es su mejor amigo. Se lleva muy bien tanto con Sydney como con Warren, y tiene buen sentido del humor.
«Deja que sea suficiente hasta que llegue el momento en que realmente tengas que ir al fin del mundo por mí»
En resumidas cuentas, el libro me gustó mucho. A mí en lo particular me dejó una buena moraleja. Me vi bastante reflejada en algunas partes, y varios de los diálogos entre los protagonistas los sentí muy míos. Debo admitir que quedé sorprendida cuando se lanzó 'la bomba' de que Ridge es sordo. Me pareció diferente y original. No sólo eso, si no que además la autora nos mostró cómo es el mundo desde la mirada de una persona que tiene un sentido menos. Fue maravilloso leer el modo en que él sentía la música, cómo la componía, cómo la 'escuchaba'. Me emocioné en algunas partes porque sinceramente hay fragmentos increíbles. Si hubiese tenido que basar mi próxima lectura de Colleen Hoover en Ugly Love, seguramente ya no habría seguido. Pero habiendo leído Maybe Someday, sin duda alguna voy a meterme con algún otro de sus libros. Linda historia. La recomiendo.
FRASES
Mirando el patio, ahora vencido por la temporada, veo un inquietante paralelismo en cómo me siento en este momento. Derrotada y triste.
Golpear es una mierda.
Soy una chica violenta y llorona, sin hogar y sin bolso. Y por mucho que no quiera admitirlo, creo que también podría tener el corazón roto.
Es como si toda su cara sonriera junto con su boca. Me pregunto cómo luce esa sonrisa de cerca.
Él: Quiero saber cómo es que estás cantando las letras de mis canciones cuando ni siquiera les he agregado la letra aún.
Santa mierda. Es buena. Realmente buena.
Ahora que estoy bastante seguro que encontré a mi musa, tengo que trabajar de forma correcta para que no se me escape.
Hasta este momento no me había dado cuenta exactamente de cuánto me importaba su opinión.
Estoy llena de una mezcla de duda y culpa. Duda, porque sé que ninguno de ellos me haría lo que brevemente pensé que habían hecho. Culpa, porque por un breve momento, realmente creí que eran capaces de ello.
En el transcurso de sólo dos horas, he perdido los dos últimos años de mi vida completamente.
Ridge: Soy sordo, Sydney.
Qué idiota. No estoy seguro de qué le vio Sydney, pero el hecho de que saliera con él me hace cuestionar un poco su juicio.
Nunca me sentí así de herida. Tiro la sábana sobre mis ojos y empiezo a sollozar.
Feliz cumpleaños para mí.
No sé cuándo Warren comenzó a referirse a sí mismo y a Sydney como nosotros, pero no estoy seguro de que me guste.
Yo: Sólo extrañas la idea de él. No eras feliz con él, incluso antes de que te enteraras que te engañaba. Sólo seguías con él porque era cómodo. Sólo extrañas la relación, pero no extrañas a Hunter.
Oh, mi querido dulce niño Jesús en una cesta de mimbre.
¿Cómo espera que cante?
Me relajo contra ella y escucho el sonido de una voz por primera vez.
Viernes.
Maggie.
¡MIERDA!
Él es justo igual que Hunter. Tiene una polla y dos bolas, y nada de corazón, y eso lo convierte en el gemelo de Hunter. Probablemente debería empezar a llamarle Hunter. Simplemente debería llamarles Hunter a todos.
Yo: Sólo prométeme una cosa. Prométeme que nunca serás un Hunter, y yo nunca, jamás, seré una Tori.
Me recuerdo a mí mismo lo bien que se siente cuando estamos juntos. Sigo recordándomelo una y otra vez, porque durante la semana pasada, se sintió como si estuviera empezando a olvidarlo.
Sin embargo, ahora que Maggie está en la foto, me doy cuenta de que no puede haber un tal vez algún día entre nosotros. Nunca habrá un tal vez algún día.
No me siento culpable, simplemente porque estoy mirándola. Me siento culpable por la forma en que me hace sentir.
Nunca en toda mi vida y en todos mis años de vivir en un mundo de silencio, he querido escuchar tanto algo como quiero oírla cantar justo ahora. Quiero oírla tanto que me duele físicamente.
Nada en mi vida se ha sentido tan bien y a la vez tan doloroso.
He hecho lo único que le prometí que nunca haría.
Acabo de convertirla en una Tori.
Nunca me di cuenta de cuán poderoso podría ser el deseo.
El deseo es fácil de controlar. Especialmente cuando la única arma que posee el deseo es la atracción.
No es fácil cuando estás tratando de ganar una guerra contra el corazón.
Oye, corazón. ¿Estás escuchando? Tú y yo oficialmente estamos en guerra.
También estoy agradecido de que parece tener más fuerza de voluntad que yo, porque siempre que estoy cerca de ella, nunca me he sentido tan débil.
«¡Debes tomar nota de que simplemente porque una chica pone tu polla dura, eso no significa que tengas que ir a empujarla dentro de ella!»
Escribir letras no es lo mismo que informar a alguien directamente acerca de tus sentimientos.
¿O lo es?
Yo: ¿Por qué ya no prácticas en tu balcón como solías hacerlo antes?
Ridge: ¿Por qué habría de hacerlo? Ya nunca estás ahí afuera.
«Me hace sentir como si quisiera ser el único hombre al que verás alguna vez.»
—Solo voy a decir esto una vez, y necesito que me escuches —dice Warren. Todavía no está mirándonos, pero soy la única en el apartamento que puede escucharlo, así que sé que dirige su comentario hacia mí—. Él nunca la dejará, Sydney.
No puedo ganar sin perder.
Alejo mis dedos de los de ella y abro su palma para escribir: Necesito que te mudes.
Sólo somos dos almas completamente confundidas, asustadas de un muy no deseado pero crucial adiós.
—Sydney —susurra.
Suspiro y aprieto una mano en mi pecho. Mi corazón sólo se desintegró ante el sonido de su voz.
«No pudo protegerla de la cruda realidad de que las personas no pueden elegir de quiénes se enamoran. Sólo pueden elegir de quién seguir enamorados.»
—No pensé que fueras lo suficientemente buena para él, Sidney—devuelve lentamente su mirada hacia la mía—. Lo eres. Tú y Maggie lo son. Este es el primer momento, desde que conozco a Ridge, que no le envidio.
—¿Ni siquiera vas a decirle adiós? —gesticula.
—No puedo decirle adiós cuando realmente no quiero que se vaya.
«Por mucho que me duela admitirlo, creo que podría estar mejor sin ti. También pienso que tal vez algún día te darás cuenta de que estás mejor sin mí.»
Quiere estar conmigo, pero no quiere.
Quiere amarme, pero no sabe si debería.
Quiere verme, pero sabe que no debería.
Me merezco más de lo que me puede dar en este momento, y su conflicto está jodiendo con mi corazón. Jodiendo con mi cabeza.
No quiero que Sydney nunca se sienta como mi segunda opción, cuando sé en mi corazón que es la elección correcta. La única opción.
«Mi corazón hizo su elección, y te eligió a ti.»
—Eres tú —dice en voz alta—. Mi corazón... te quiere.
«Sólo di cuándo.»
—Quiero disculparme contigo, Syd, pero me siento realmente mal por mentirte. No has ganado peso, y tu trasero lucía genial en esos vaqueros, pero en serio tenías que usar ese vestido esta noche. Tampoco apestas. Te mentí sobre eso también.
— ¿Recuerdas cuando, hace algunos meses, te dije que a veces tienes que tener días realmente malos para que los buenos sigan llegando?
No me puedo mover.
Acaba de gesticularlo.
Acaba de decir “cuándo”.
—Estoy completamente enamorado de ti —le digo.
Ella lo vale todo.
Ella vale más.
Nunca he sentido tanto al mismo tiempo.
Nunca necesité sentir más.
Levanto la cabeza y la miro a los ojos.
Ahora es parte de mí.
Yo soy parte de ella.
Por primera vez en mi vida, oigo absolutamente todo.
CALIFICACIÓN
Acá les dejo el epílogo, también traducido por LdC.
·NO LEAN ESTO SI NO HAN LEÍDO EL LIBRO PRIMERO·
Epílogo
Traducido por NnancyC
Maggie
Dejo el bolígrafo sobre el papel. Mi mano está temblando demasiado para finalizar de completarlo, así que inhalo un par de respiraciones rápidas en un intento de recuperar mi compostura.
Puedes hacer esto, Maggie.
Levanto el bolígrafo de nuevo, pero creo que mi mano está temblando peor que antes que lo dejara abajo.
―Déjame ayudarte con eso ―dice una voz. Levanto la mirada para ver al instructor de salto en tándem sonriéndome. Agarra el bolígrafo de mi mano y recoge el sujetapapeles, luego toma un asiento en la silla a mi derecha―. Tenemos a muchos primerizos nerviosos. Es más fácil si sólo me permitieras llenar el papeleo debido a que tu letra probablemente no será legible ―dice―. Actúa como si estuvieras a punto de saltar de un avión o algo. ―Me guiña un ojo y se ríe.
Dejo salir una respiración de alivio, pero se vuelve nerviosa de nuevo cuando me doy cuenta de que soy una mentirosa horrible. Mentir en la sección de medicina habría sido mucho más fácil si yo estuviera llenándolo. No estoy segura de que le pueda mentir en voz alta a este chico.
―Gracias, pero puedo hacerlo. ―Intento agarrar el sujetapapeles de vuelta, pero lo quita de mi alcance.
―No tan rápido… ―Mira rápidamente a mi formulario―. Maggie Carson. ―Ofrece su mano, todavía sosteniendo el sujetapapeles fuera de mi alcance con la otra―. Soy Jake, y si estás planeando saltar de un avión a 10.000 pies mientras que estás en mis manos, lo menos que puedo hacer es finalizar tu papeleo.
Estrecho su mano, impresionada con la fuerza detrás de su agarre. Sabiendo que aquellas son las manos en las que estoy a punto de confiar mi vida, me tranquiliza una diminuta fracción.
―¿Cuántos saltos has completado? ―le pregunto.
Sonríe, luego regresa su atención a mi papeleo. Comienza a darle vueltas a las páginas. ―Serás mi quingentésima.
―¿En serio? Quinientas suena como una gran cosa. ¿No deberías estar celebrando? ¿Obtienes alguna clase de distinción?
Trae sus ojos de nuevo a los míos y pierde su sonrisa. ―Preguntaste cuántos saltos he completado. No me gusta celebrar antes de tiempo hasta que ciertamente sobreviva al salto.
Trago saliva.
Se ríe y toca mi hombro. ―Estoy bromeando, Maggie. Relájate. Estás en buenas manos. ―Sonrío al mismo tiempo que inhalo otra profunda respiración. Comienza a desplazarse a través del formulario―. ¿Alguna afección médica? ―pregunta, ya presionando el bolígrafo en el recuadro de no.
No le contesto. Mi silencio provoca que levante la mirada a mí y repite la pregunta―: ¿Alguna afección médica? ¿Enfermedades recientes? ¿Algún ex-novio loco del que debería ser consciente?
Sonrío por su último comentario y niego con la cabeza suavemente. ―No a exs locos. Sólo uno muy bueno.
Sonríe. ―¿Qué hay sobre la otra parte de la pregunta? ¿Afecciones médicas? ―Espera por mi respuesta, pero fallo al darle nada aparte de una pausa nerviosa. Sus ojos se entornan y se inclina hacia adelante, mirándome cautelosamente―. ¿Es terminal?
Niego con la cabeza. ―Aún no.
Sus labios forman una línea fina y se detiene, analizándome con cuidado con sus ojos. ―¿Entonces, qué es, Maggie Carson?
Bajo la mirada a mis manos, dobladas sobre mi regazo. ―Es posible que no me dejes saltar si te dijera.
Se acerca a mí hasta que su oído está cerca de mi boca. Una ola de su aliento acaricia mi clavícula y de inmediato estoy cubierta de escalofríos. ―Si lo dijeras en voz lo suficientemente baja, hay una buena probabilidad de que ni siquiera podría oírlo ―dice en voz susurrada.
Se echa ligeramente hacia atrás y me mira mientras espera mi respuesta.
―CF ―le digo. No estoy segura de que siquiera sabrá lo que significa CF, pero si lo mantengo sencillo, quizás no me haga demasiadas preguntas.
―¿Cómo están sus niveles de O2?
Tal vez sabe lo que significa.
―Hasta ahora bien.
―¿Tienes un permiso de tu médico?
Niego con la cabeza. ―Es una decisión de último minuto. Tiendo a ser un poco impulsiva a veces.
Sonríe, luego mira de nuevo al formulario y marca no en afecciones médicas. Vuelve a levantar la mirada. ―Bueno, tienes suerte porque resulta que soy médico. Pero si murieras hoy, voy a decirles a todos que mentiste sobre esta pregunta.
Me río y asiento en acuerdo, agradecida de que esté dispuesto a restarle importancia. Sé que es una gran cosa. ―Gracias.
―¿Por qué? ―dice sin mirarme.
Continúa para desplazarse por la lista de preguntas y las contesto con honestidad hasta que finalmente llegamos a la última página. ―Bueno, la última pregunta ―dice―. ¿Por qué quieres lanzarte en paracaídas?
Me acerco a él para echar un vistazo a la forma. ―¿Realmente es una pregunta?
Sostiene el papel en alto para que pueda verlo. ―Sip. Justo aquí.
Echo una mirada a la pregunta, entonces le doy una respuesta franca y honesta. ―Supongo que porque me estoy muriendo. Tengo una larga lista de cosas por hacer antes de morir.
Sus ojos se endurecen como si mi respuesta de alguna manera le disgustara. Vuelve su atención a las formas, así que inclino la cabeza, miro sobre su hombro de nuevo y veo mientras escribe una respuesta que no es en absoluto la que le di.
―Quiero saltar en paracaídas porque quiero experimentar la vida al máximo.
Me entrega el formulario y el bolígrafo. ―Firma aquí ―dice, señalando la parte inferior de la página. Después de que firmo el formulario y se lo devuelvo, se pone de pie y me extiende una mano―. Vamos a acomodar nuestros paracaídas, quinientos.
***
―¿En verdad eres médico? ―grito por encima del rugido de los motores.
Estamos sentados justo enfrente del otro. Sonríe con una enorme sonrisa llena de dientes muy derechos y blancos, apostaría dinero que en realidad es un dentista.
―Cardiólogo ―grita. Agita una mano alrededor del interior del avión―. ¡Hago esto por diversión!
Impresionante.
―¿Tu esposa no se molesta porque estés tan ocupado todo el tiempo?
Oh, dios.
Esa fue una pregunta tan obvia y cursi. Me estremezco ante el hecho de que incluso pregunté eso en voz alta. Nunca he sido buena en el coqueteo.
Se inclina hacia delante. ―¿Qué? ―grita.
Jesús. ¿En verdad va a hacer que lo repita? ―¡Te pregunté si tu esposa se molesta porque estás tan ocupado todo el tiempo!
Sacude la cabeza y desabrocha su arnés de seguridad, luego se mueve al asiento junto a mí. ―¡Hay demasiado ruido aquí! ―grita―. ¡Dilo una vez más!
Pongo los ojos en blanco y empiezo a preguntarle de nuevo―: ¿Tu esposa...
Se ríe y presiona un dedo en mis labios, luego se inclina hacia mí. Mi corazón reacciona más a este movimiento rápido que al hecho de que estoy a punto de saltar de un avión.
―Estoy bromeando ―me dice al oído, quitando el dedo de mis labios―. Te veías tan avergonzada después de la primera vez que lo dijiste, quería hacer que lo repitas.
Le doy una palmada en el brazo. ―¡Estúpido!
Se ríe y se pone de pie, luego llega mi arnés de seguridad y presiona el pestillo para abrirlo. Me levanta de un tirón. ―¿Estás lista para esto?
Asiento, pero es una mentira. Estoy absolutamente aterrada y si no fuera por el hecho de que este chico es médico, hace cosas como estas por diversión y es muy sexy, probablemente estaría echándome atrás ahora mismo.
Me gira hasta que mi espalda está contra su pecho y conecta nuestros arneses de seguridad hasta que estoy abrochada seguramente a él. Tengo los ojos cerrados cuando lo siento ponerme las gafas de seguridad. Después de varios minutos esperando a que termine de prepararnos, me lleva adelante hacia la abertura del avión y baja su boca a mi oído de nuevo.
―No tengo una esposa, Maggie. De lo único que estoy enamorado es de mi vida.
Sonrío, me gusta mucho esa respuesta. Hizo que la pregunta valga la pena las tres veces que tuve que repetirla.
Aprieto mi agarre alrededor de mi arnés. Llega alrededor de mí y toma mis dos manos, luego las hace descender a mis lados. ―Sesenta segundos más ―dice―. ¿Me puedes hacer un favor?
Asiento con la cabeza, demasiado asustada a estar en desacuerdo con él en este momento ya que prácticamente he puesto mi destino en sus manos.
―Si llegamos a la tierra con vida, ¿me dejas llevarte a cenar? ¿Para celebrar que eres mi quingentésima?
Me río del tono sexual involuntario en su pregunta. Lo miro y me doy cuenta por primera vez que sus ojos son de una tonalidad idéntica al cielo por debajo de nosotros. ―¿Los instructores incluso tienen permitido salir con sus alumnas? ―le grito.
Sonríe. ―No lo sé ―dice, encogiéndose de hombros―. La mayoría de mis alumnos son hombres y nunca he tenido el deseo de preguntarle a uno de ellos hasta ahora.
Sus ojos azules me están sonriendo, esperando que diga que sí. ―Te dejaré saber mi respuesta cuando aterricemos en forma segura ―le digo.
―Me parece justo. ―Me empuja un paso hacia adelante, luego entrelaza sus dedos con los míos, extendiendo nuestros brazos―. Esto es todo, Maggie. ¿Estás lista?
Asiento mientras mi pulso de algún modo comienza a latir más rápido que antes y mi pecho se oprime con el miedo que me consume, sabiendo que lo voy a hacerlo de buena gana. Siento su aliento en mi cuello cuando avanza hasta el borde mismo de la abertura del avión. ―¡Sé que dijiste que quieres lanzarte en paracaídas porque estás muriendo, pero necesito informarte de lo increíblemente equivocada que estás! ¡Esto no es morir, Maggie! ¡Esto es vivir!
Con eso, nos empuja a ambos hacia adelante... y saltamos.
¡Ojalá les guste tanto la reseña como el epílogo! Agradezco enormemente al foro Libros del Cielo por la traducción de este libro.
¡NOS VEMOS!