La política es un tópico que nos envuelve a todos y cada uno de los seres humanos, sin embargo la mayoría de nosotos rehuímos de ella. Hoy en día se ha vuelto una palabra no sólo controversial si no que al mismo tiempo está tan sucia y mal vista que decir que se está interesado en ella es sinónimo de estigmatización social. Si uno es una persona abiertamente política, entonces debe ser un militante. Debe estar a un ciento por ciento a favor o en contra de algo. Vivimos en una sociedad que aún no ha aprendido a coexistir, a aceptar la diversidad de opiniones. En lo que refiere a Argentina estamos en un momento de nuestra historia en el que si defendés algo de lo que hace el gobierno actual, entonces sos Macrista.
Eso es muy malo, estás siguiendo a la derecha, a los "milicos".
Y si estás en contra... pues sos Kirchnerista. Dependiendo el punto de vista eso es incluso peor.
La década ganada, los que se robaron todo, los montoneros.
Lo siento mucho, pero la mayoría no somos ni lo uno ni lo otro. Vamos buscando lo mejor de cada cosa, intentando que nos beneficie y no nos perjudique. El común denominador de las personas queremos crecer, cumplir metas. Y sin embargo las discrepancias que hay entre los diferentes grupos políticos siempre las terminan pagando los de más abajo, los que sueñan con que las cosas cambien, los que anhelan la verdad y no una mentira teñida con palabras bonitas. La democracia está tan devaluada, ha sido tan subestimada, que la corrupción encontró la manera de adentrarse y tomar posición. Los políticos que deberían velar por representarnos, por elevar nuestras voces, se preocupan más por llenarse los bolsillos. La ambición consume. Nuestro país enfrenta un futuro incierto, pero si de algo sirve hemos sido capaces de seguir transitando nuestro camino luego de más de una década de sentimientos encontrados.
Tomando todo lo anterior como base y siguiendo la iniciativa de #AdoptaUnaAutora propuesta por @trad_carbaes, hoy les traigo una entrevista muy interesante que mantuve con la escritora que elegí: NA Praiack.
Abrazando Libros: ¿Te gusta la política? ¿Por qué?
NA Praiack: Me gusta analizarla, pero lamentablemente en la actualidad te podría decir que la política de nuestro país está muy desvirtuada y los intereses políticos que deberían ser sociales se convirtieron en individuales, por eso sólo me mantengo informada de lo que sucede en el país pero no pertenezco a ninguna agrupación política.
AL: ¿Has sentido alguna vez que no estabas siendo representada?
NA: La mayoría de las veces, y sigue siendo así. Creo que hay una descreencia generalizada que nació hace muchos años y se mantiene hoy en día.
AL: ¿Qué te llevó a querer ser abogada?
NA: Estaba cansada de ver y escuchar injusticias. El detonante fue la crisis del 2001 y la impotencia de observar cómo a la gente le arrebataban lo que tanto les había costado.
Mi primera opción había sido medicina, pero como las circunstancias me llevaron hacia otra carrera, elegí una que sé que no está bien vista por la mayoría de los individuos miembros de esta sociedad, pero, aunque se opine lo contrario y sea difícil de creer, es una carrera bastante solidaria. Algunos abogados todavía intentan equilibrar la balanza y vivir en un mundo más justo. La ayuda al prójimo ante diferentes adversidades fue clave en mi elección.
AL: ¿Consideras que tu trabajo tiene relación con la política? Si es así, ¿en qué sentido?
NA: Por suerte, no precisamente. De todas formas, en pequeñas cosas de la vida aunque no lo busquemos encontramos política y muchas veces ni siquiera nos damos cuenta.
AL: Siendo sincera y poniendo en práctica tus conocimientos, ¿creés que hay una especie de vacío legal, una falla, al momento de castigar la corrupción, o es algo ligado a lo político que beneficia a los de arriba y perjudica a los de abajo?
NA: Es una mezcla de todo lo que mencionaste, pero no creo que sea una falla general, sino que es el mismo poder por el mismo poder.
AL: ¿Cuál es tu opinión profesional acerca de la inseguridad? ¿Las leyes están a favor de la víctima o del victimario?
NA: No creo necesariamente que haya un favoritismo. Pero sí está claro que hay leyes y procedimientos que hay que modificar. Es un tema muy complejo y hay todavía mucho por hacer en ese ámbito para que no se siga viviendo con total impunidad.
AL: ¿Qué debería modificarse, a tu criterio, del sistema judicial argentino?
NA: Te puedo nombrar un millón de cosas. Es un tema para profundizar. Pero principalmente, uno de los temas más importantes es que los tiempos procesales deberían ser más ágiles.
AL: Caso Nisman. ¿Qué pensás al respecto?
NA: Queda mucho por investigar. No sé si algún día podremos conocer qué pasó exactamente.
AL: Desde tu punto de vista y teniendo en cuenta nuestra historia, ¿cómo dirías que somos los argentinos en lo referente a la política?
NA: Creo que la mayoría no tiene grises. Es blanco o negro (Peronistas o radicales) y así como son pasionales con el fútbol también lo son con la política.
AL: Kirchnerismo. ¿A favor o en contra? ¿Por qué?
NA: Soy apolítica. Hay algunas medidas que fueron acertadas pero no estoy de acuerdo con la mayoría de las cosas que hicieron.
AL: ¿Qué esperás de este nuevo gobierno?
NA: Principalmente transparencia y que gobierne para la sociedad que viene desamparada hace muchos años.
AL: En cuanto a la política nacional, ¿con qué países ves similitudes?
NA: Creo que Argentina es único en ese sentido.
AL: ¿Considerás que la era Trump será positiva para nosotros?
NA: Ahora te podría contestar que no.
AL: ¿En qué cosas creés que el nuevo presidente de los Estados Unidos puede cambiar el mundo (tanto para bien como para mal)?
NA: Hasta el momento demostró ser un presidente con ideas muy determinantes y discriminatorias. Así que todo se puede esperar de su mandato.
AL: Por último, políticamente hablando, ¿cómo ves a la Argentina posicionada en el mundo?
NA: Bastante inestable, pero esperemos que eso pueda cambiar y que podamos crecer.
¿Qué piensan ustedes?
¿Creen en el concepto de la política, en su fin real?
¿Cómo piensan que afecta a la sociedad?
¡GRACIAS POR LEERME!