Día del Escritor

En Argentina, ayer fue el Día del Escritor. Como no pude subir nada porque estuve un poco ocupada, acá dejo algo que escribí al respecto. Espero que les guste :)

Escribir es una de las pocas cosas que creo se me dan bien. Me libera. Me hace feliz. Me completa. Me hace pensar que, por una vez, hice algo mí misma.

Haber terminado mi primer libro fue un logro impresionante. La sensación de orgullo que sentí... Esa que va por dentro y que es como decir: “Sí, lo hice. Realmente lo hice.”, no me la puede quitar nadie. Cuando finalmente lo registré ante la DNDA (Dirección Nacional del Derecho de Autor), no podía creerlo. La obra era mía. Tenía un papel en la mano que lo decía.

Más allá de eso, ser escritora me abre un mundo que desconocía por completo. Me hace más abierta de mente, me insta a investigar más a fondo muchas cosas, me obliga a pensar. Algo que estamos dejando de hacer, últimamente. Aun así, escribir es lo que más realizada me hace sentir. Cada vez que alguien me elogió un fragmento de un libro, o un personaje, o una escena, o lo que fuere, mi corazón se hinchaba en orgullo. Era como si hablaran de mis propios hijos –y eso que no tengo-. Para mí, mis historias son eso: mis hijos. Son obras de mi creación. De mi invención. Sentir que hacen feliz a alguien más... es algo indescriptible. No puedo explicar la felicidad que me causa. Son esa clase de comentarios los que me empujan a continuar escribiendo, a seguir imaginando cosas. Me alimentan el alma.

Supongo que cada escritor tiene sus propios motores en la vida. Yo no tengo claro cuáles son los míos. Sí sé que ahora me hace bien. Me ayuda a combatir mis propios demonios, y a quitarme cualquier peso de los hombros. Es una excelente terapia. Mi mayor sueño es poder publicarlos, claro. Me encantaría poder hacerlo, y que cientos de miles de personas los leyeran, y que les gustaran. Sería la persona más feliz del mundo, sin lugar a dudas. Tengo fe en que va a ocurrir. No pretendo ser un best-seller en el New York Times, pero creo que si uno desea mucho algo... ese algo se cumple.

Muchas gracias a todas las personas que leen lo que escribo, y que sé que van a seguir haciéndolo. Cientos de agradecimientos por ser capaces de divertirse con mis historias, de llorar, de enamorarse, y de sufrir. Amo cada una de sus sensaciones. Y gracias a mi familia, que me apoya incondicionalmente.

Por último, les deseo un muy Feliz Día del Escritor a todos aquellos que creen que, escribiendo, son mejores personas.

¡Felicidades!

-A