Reseña: Easy - Tammara Webber

FICHA TÉCNICA

Título: Easy
Serie: Contours of the Heart #1

Autor: Tammara Webber

Páginas: 321

Precio: -

Edición: Rústica

Editorial: Penguin Berkley

ISBN: 9780425266748

SINOPSIS

Rescatada por un extraño.
Atormentada por un secreto.
A veces, el amor no es fácil...

Cuando Jacqueline sigue a su novio de varios años a la universidad que él ha elegido, lo último que espera es que la bote dos meses después del inicio de clases. Después de dos semanas en estado de shock, ella se despierta ante su nueva realidad: está soltera, asistiendo a una universidad estatal en lugar de un conservatorio de música, es ignorada por su círculo de amistades y siendo acosada por el compañero de fraternidad de su ex, y reprobando una clase por primera vez en su vida.

Saliendo de una fiesta sola, Jacqueline es atacada por el amigo de su ex. Rescatada por un extraño quien parece estar en el lugar y momento adecuado, no quiere nada más que olvidar el ataque y esa noche —pero su salvador, Lucas, se sienta detrás de ella en la clase de economía, dibujando en su cuaderno y mirándola fijamente. Sus amigas lo llaman un perfecto chico rebote.

Cuando su atacante vuelve a acosarla, Jacqueline toma una decisión: aceptar su derrota o aprender a defenderse. Lucas sigue siendo protector, pero esconde sus propios secretos. De pronto, las apariencias lo son todo, y el saber en quién confiar parece todo menos fácil.

MI OPINIÓN

Tenía muchas ganas de reseñar este libro, así que volví a leerlo.

Una de las cosas que más me gustó de este libro, fue -justamente- todo el tema del abuso. Creo que la autora narró tan bien todas las emociones y sensaciones de Jacqueline porque ella vivió lo mismo. Como una persona a la que intentaron abusar, puedo decirles que es la sensación más horrible del mundo. En mi caso, al igual que la protagonista, pude zafarme a tiempo. No hubo nadie que viniera en mi rescate, pero logré impedir que pasara a mayores. Aun así al día siguiente me sentía sucia, adolorida, avergonzada, y culpable. La impotencia que una siente al momento de verse envuelta en una situación semejante, es imposible de describir con palabras. Uno hace lo que tiene que hacer para sobrevivir a la situación. Para ganar un minuto más de tiempo. Durante cada ataque de Buck a Jackie, mi piel se volvió de gallina. Comprendí a la perfección su miedo a decir algo, a cruzarse a esa persona de nuevo, a que alguien se enterara... entendí todas y cada una de sus reacciones. No es hasta que uno ve casos peores, que se da cuenta lo afortunado que ha sido al poder escapar a tiempo. De todos modos, fue una situación que me demandó meses poder superarla. Noches enteras con pesadillas, miedo, recuerdos, llanto y angustia. Creo que la protagonista de este libro muestra una fortaleza increíble. Logra sobreponerse a las adversidades, a su propia situación, a su atacante, y a los rumores idiotas de gente que no tiene ni dos dedos de frente. Su personaje me gustó muchísimo. Fuera del ataque de Buck, me identifiqué con ella en miles de cosas. Su dolor por la separación, su sensación de que nunca nada iba a poder compararse a lo que había tenido con Kennedy, su tristeza y necesidad de enfrentar su realidad... Sí, creo que este libro fue muy realista y nos permite encontrar un punto de similitud con nuestras propias vidas.

En cuanto a Lucas, sin duda puedo decir que fue un personaje excepcional. Muestra cómo todos tenemos nuestros propios demonios a los que debemos hacer frente e impedir que nos venzan. Es un chico dulce, bueno, sufrido. Es la primera vez que leo sobre un personaje masculino que admite estar intentando protegerse a sí mismo. Provocó más de un nudo en mi garganta con muchas de las cosas que dijo durante todo el libro. Me hizo emocionar y enterneció cada una de mis células. Más allá de la tensión sexual entre Jacqueline y Lucas, me encantó su conexión. Ambos tienen algo que el otro necesita. Ya sea la protección de Lucas que le salvó la vida a ella en más de una ocasión, o la mera presencia de Jacqueline que a Lucas lo calma, ellos se necesitan mutuamente. Son el cable a tierra del otro. La paz. Son perfectos.

Kennedy me pareció un maldito imbécil. No se dio cuenta de cuánto quería a Jackie hasta que vio que ella podía vivir sin él. No digo que no entienda su postura. Yo he pasado por eso en mi vida personal. Pero me molestó que le tomara tanto tiempo darse cuenta, cuando que él continuaba con su vida como si nada mientras a ella se le estaba desmoronando su mundo entero. Supongo que tuvo un poco de su propia medicina.

Erin es... Dios, esa chica me hace llorar incluso después de leer el libro otra vez. Erin es una de las mejores amigas que alguien podría desear. Independientemente de su humor, salidas cómicas o necesidad imperiosa de levantarle el ánimo a alguien insistiendo en que debe salir de juerga, Erin fue lo que Jacqueline necesitaba. Tammara Webber me dijo durante la entrevista que mantuve con ella, que en este libro había intentado mostrar cómo debían comportarse los amigos de las chicas abusadas cuando se enteraban de ésto. Puedo afirmar que con Erin consiguió dejar clara su idea. Fue la mejor amiga del mundo, estando 'al pie del cañón' para apoyar a Jacky. Fue buena, la escuchó, la protegió, y nunca la culpó de algo o la acusó.

En cuanto a Buck, sólo voy a decir lo siguiente: es el ser más detestable que he tenido la desgracia de leer. Su maldad, crueldad y cinismo, me recuerdan a una persona que no quiero recordar. Muchas de las cosas que decía, que hacía, eran tal cuál las viví yo. Llegó un punto en que me pregunté si todos los que tenían esas 'tendencias' actuaban de la misma forma. Tal vez era yo que lo veía igual. Su petulancia al exigir algo, su trato, su manía por demostrar su fuerza... No puedo explicar cuánto me cuesta escribir esto.

No hay ninguna chica adolescente -o incluso adulta- que deba dejar de leer este libro. Si bien tiene mucho romanticismo, sensualidad y tensión sexual, deja una gran enseñanza. Lo recomiendo.

FRASES

 Podría culpar al alcohol... pero no. El alcohol desinhibe. No provoca violencia criminal donde antes no la había. 

 —La gente siente que necesita elegir bandos cuando una relación termina, es la naturaleza  humana —dijo. 

 ¿Por qué nunca había tenido este pensamiento? ¿Por qué nunca pensé que Kennedy y yo  pudiéramos  romper? 

 No me podía tocar aquí. Él no podía hacerme daño aquí. 

 —Cuidado, pequeña dama —arrastró las palabras—. Ese chico parece un poco peligroso —Sacudió  un rizo demasiado largo fuera de sus ojos, sonriendo—. No es que haya nada malo con un poco de  peligro. 

 Sabía muy poco de él, pero había una cosa que sentí de manera inequívoca: seguridad. 

 —Así que no quiero que te sientas presionada. O abrumada. Pero, sí. Absolutamente quiero besarte,  ahora. Mucho. 

 Si alguien me hubiera preguntado, ¿cómo se compara esto con besar a Kennedy? Yo habría  respondido: ¿Quién? 

 —Me gustaría que seamos amigos al final de todo esto. Significas mucho para mí. 

 —¿Dejo todo o solamente no voy más lejos? 
 —Sólo... sólo no vayas más lejos —le susurré. 

 —Lo entiendo, Jacqueline. Te he hecho daño. Y me merezco todo lo que estás diciendo, y todo lo que  sientes —Levantó su mano a mi cara y retrocedí un paso, fuera de su alcance, y mis pensamientos  caóticos. Dejó caer la mano y añadió—: Te extraño. 

 —Jacqueline, está tomando todo mi control estar aquí sentado en este momento y esperar a que la  justicia se haga cargo de esto, en lugar de cazarlo yo mismo y joderlo hasta la mierda. 

 Si tan sólo él supiera... mi confusión sobre su rechazo no era nada en comparación con lo que  causaron las cicatrices en sus muñecas. 

 Había sobrevivido a la decisión de Kennedy de poner fin a nuestra relación. Había sobrevivido a lo  que Buck trató de hacerme. Dos veces. E iba a sobrevivir si Lucas no podía —o no quería— confiar  en mí sobre sus demonios personales. 

 La manera en la que me besaba se sentía como una marca. Como él tatuándose debajo de mi piel. 

 Su dolor era tan tangible. Supe en ese momento que no lo había superado —no en los ocho años que  habían pasado. Su muro de protección lo había convertido en un rehén en lugar de darle santuario.  Tal vez nunca podría recuperarse totalmente del horror de lo que sucedió esa noche, pero tenía que  haber un punto en el cual no lo consumiera. 

 De pronto, Lucas estaba allí. Al igual que un ángel vengador oscuro, de un tirón lanzó a Buck lejos  de mí y luego se instaló entre nosotros. 

 Lo atormentado de Lucas iba más allá del horror de esa noche hace ocho años. Lo que le  obsesionaba era la culpa, sin embargo, terriblemente fuera de lugar. 

 —Quizá, estoy exactamente donde debí de haber estado, después de todo. 

 —Lo que no puedo hacer es estar en cualquier lugar sin ti. 

 —Elegir estar contigo no es una difícil decisión, Jacqueline —él suspira, moviéndose hacia atrás por  última vez para mirar fijamente mis ojos—. Es fácil, increíblemente fácil. 

CALIFICACIÓN

Ojalá les guste esta reseña. Fue muy importante para mí hacerla.

¡NOS VEMOS!