Sinopsis
Tanya Harris es feliz junto a su marido y sus hijos en San Francisco. Trabaja como ama de casa y guionista para la televisión, y aunque su eterno sueño es triunfar como escritora, siempre ha antepuesto su familia a sus anhelos profesionales.
Sin embargo, una llamada telefónica de su agente hará que su vida dé un vuelco: una leyenda de Hollywood, el productor Douglas Wayne, quiere que escriba un guión cinematográfico. Aceptar este proyecto significa que deberá abandonar su casa, su familia, su ciudad. No obstante, Tanya sabe que oportunidades así sólo se presentan una vez en la vida.
A pesar de sus continuos viajes, Tanya no sabe cómo sellar estas grietas que la distancia ha dibujado entre ella y su familia, sobre todo con su marido, quien parece necesitarla cada vez menos…
Mi opinión
Este libro había empezado a leerlo hacía dos años, y lo dejé sin motivo. En ese momento, me gustaba. Lo cierto es, que varias cosas han pasado en mi vida y cuando leí nuevamente las páginas de esta historia, descubrí que ya no me agradaba. Me recordaba una situación personal muy triste, y llegó un punto en el que odié a la protagonista, los hechos, y todo lo demás. La historia en sí no es mala. Es realista y factible. Una mujer casada y con hijos que tiene la posibilidad de ampliar sus horizontes en su trabajo. Eso afecta a su hogar, por supuesto. Las cosas se dan de forma previsible, y tal vez sea eso lo que me causó una profunda angustia. El que para mí fuera previsible, dado que ya lo había vivido.
Luego de los sucesos que me tuvieron sin leer durante varios días, retomé el libro y continué leyendo para poder reseñarlo. Odio dejar un libro por la mitad. De otro modo, no puedo ser verdaderamente crítica y justa al tiempo de opinar sobre él. Por ende, continué. Hubieron partes que me gustaron. Otras, no. Habían cosas que ocurrían demasiado rápido, y particularmente no me agradaron. Si bien es una historia de vida y de superación luego de un desengaño, YO no lo habría manejado de esa forma; por ende, me resulta un poco chocante verlo en un libro. Es extraño, lo sé, pero con esta historia me pasaron demasiadas cosas.
No fue uno de los libros de Danielle Steel que más me ha gustado. No volvería a leerlo, de hecho. Pero creo que muchas mujeres podrían sentirse identificadas con algunas cosas, y podría ayudarlas con algunas decisiones difíciles. Conmigo lo hizo.
Frases
Megan era capaz de guardar rencor eternamente y, además, estaba deseando hacerlo. Después de una traición -o lo que ella sentía como tal- no perdonaba jamás. Se regía por un código ético propio y aquella exigencia para con su madre era fruto de la gran cantidad de tiempo que Tanya le había dedicado siempre.
-Oh, Dios mío -repitió-. Te estás acostando con ella.
Era una afirmación, no una pregunta. No sabía cuándo ni cómo había sucedido, pero sabía que había pasado y que estaba pasando todavía.
Tanya sentía que su mundo se había venido abajo, y con razón. Peter la había traicionado con su mejor amiga. Eran ese tipo de cosas que les ocurrían a los demás, pero que nunca había creído que pudieran pasarles a ellos.
-Querría lo que tenía antes, o lo que creía tener -respondió Tanya después de un momento de vacilación-. Alguien a quien amar y en quien confiar, una persona con la que me sintiese a gusto, con los mismos, o similares, intereses que yo. Alguien a quien pudiera respetar y admirar y que sintiera lo mismo por mí. En resumen, un amigo íntimo pero con un anillo en el dedo corazón.
-¿A dónde vas? -preguntó Gordon presa del pánico.
-Me voy a casa. Este no es mi sitio, nunca lo ha sido. Quiero una vida auténtica, con alguien que quiera lo mismo que yo quiero, no con alguien que se acuesta con cada actriz con la que trabaja.
-Oh, Dios mío -repitió-. Te estás acostando con ella.
Era una afirmación, no una pregunta. No sabía cuándo ni cómo había sucedido, pero sabía que había pasado y que estaba pasando todavía.
Tanya sentía que su mundo se había venido abajo, y con razón. Peter la había traicionado con su mejor amiga. Eran ese tipo de cosas que les ocurrían a los demás, pero que nunca había creído que pudieran pasarles a ellos.
-Querría lo que tenía antes, o lo que creía tener -respondió Tanya después de un momento de vacilación-. Alguien a quien amar y en quien confiar, una persona con la que me sintiese a gusto, con los mismos, o similares, intereses que yo. Alguien a quien pudiera respetar y admirar y que sintiera lo mismo por mí. En resumen, un amigo íntimo pero con un anillo en el dedo corazón.
-¿A dónde vas? -preguntó Gordon presa del pánico.
-Me voy a casa. Este no es mi sitio, nunca lo ha sido. Quiero una vida auténtica, con alguien que quiera lo mismo que yo quiero, no con alguien que se acuesta con cada actriz con la que trabaja.
Calificación
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