Estaba muy ansiosa por leer este libro. Me tomó bastante tiempo ir a buscarlo gracias a los finales y demás, pero por suerte ya pude leerlo.
Alienación está narrado desde el punto de vista de
Nahier, y cuenta algunas cosas que ocurrieron en el primer libro y, obviamente, todo lo que viene después del final de
Rebelión.
Al comienzo se me hizo un poco pesado. Tengamos en cuenta que
Nahier no está muy acostumbrado a las emociones, y va describiendo muchas de ellas constantemente. Eso, para mí, fue algo tedioso, pero puedo comprender por qué la autora lo hizo. Se trata de un clon al que toda su vida lo trataron como a un objeto inanimado, incapaz de sentir. Entonces descubre que sí puede, que es un humano tal como cualquier otro, y que sus emociones vienen todas de golpe y lo desconciertan. Su amor por
Lenah es palpable. Cómo la describe y la recuerda, cada palabra que utiliza para hablar de ella. Se nota a leguas de distancia cuánto la ama y necesita. Ella se ha transformado en lo único importante para él, su prioridad. Como así también su talón de Aquiles.
Nahier se siente desesperado sin ella. Casi como si le hubiesen arrebatado el aire que respira. Y está totalmente decidido a hacer lo que sea para recuperarla.
No puedo luchar desde este lugar aislado, sin embargo estoy dispuesto a arriesgar todo por recuperar lo único que me importa, lo único que alguna vez tuve.
Lo que me gustó de este libro, fue que
Anna mostró mucho más de la revolución. No solo la parte cruda de la misma, sino aquella en la que se plantean estrategias y se trazan planes de acción. Quedé fascinada con los entrenamientos. Las escenas de lucha fueron realmente
muy buenas. Para ser que mi primer libro cuenta con un 80% de escenas de acción y pelea, me encontré leyendo este libro y pensando '
Uf, qué buen golpe' en más de una oportunidad. Se utilizaron armas que me encantan, tales como la katana y la ballesta, lo que me dejó pegada al libro hasta terminarlo. Los personajes secundarios de este libro me gustaron mil veces más que los de
Rebelión. Podemos ver diferentes tipos de personalidades, y cada uno de los personajes tiene algo que lo hace diferente a los demás. Cada uno estuvo muy bien pensado y armado también.
Josie, sin duda, fue mi predilecta. Tiene una forma de ser, una mezcla entre ruda y vulnerable, que me impresionó. Pelea maravillosamente -¡un hurra por los personajes femeninos fuertes!-, sabe usar armas, tiene carácter, es leal, sincera y posee una gran fortaleza.
— (...) más allá de ser mi mejor amigo y de que te quiero muchísimo, no eres más que un chico, ¿okey? Y yo me amo demasiado como para pasar la vida llorando por uno.
Es un mensaje increíble, y la aplaudo de pie. Lucha por lo que cree correcto, y no tiene el cerebro lavado al punto de creer que nada salvo lo que sus superiores le dicen es la verdad. Con
Dagda tuve algunos sentimientos encontrados. Por momentos no terminaba de cerrarme, como si hubiera dobles intenciones en sus actos, y por otros me dejaba con la boca abierta. Mucha sabiduría e inteligencia en sus palabras. ¡
Aaron me encantó!
*Si conocen a Fede Valotta, dueño del blog Atrapado en la Lectura, sabrán que la autora dijo que ese personaje le recuerda a él y que podría interpretarlo en una futura película de la trilogía* El chico es brillante y tiene un lado algo infantil que me hizo sonreír en más de una oportunidad.
Henry,
Terry,
Grant,
Volker... son otros personajes secundarios que también me gustaron mucho -o no-. Creo que
Henry es el perfecto ejemplo de que el cambio puede darse. La gente puede modificar un concepto preconcebido, si se le dan muestras de que las cosas que creen no son ciertas.
¿Qué más me gustó?
A lo largo del libro,
Nahier va planteándose un montón de cosas. La revolución lo lleva a presenciar algunos hechos que modifican sus decisiones. Ya no se trata sólo de él y
Lenah, sino que ahora hay toda una multitud de personas que depende de sus acciones, tanto clones como originales.
Nahier no sabe dónde se encuentra ella o cómo rescatarla, pero sabe que debe hacerlo. Sin embargo, sus planes se ven puestos a un lado cuando descubre que las cosas están peor de lo que creía. Deberá aprender a confiar en quienes lo rodean, a cumplir con su rol en esta revolución, y a asumir las consecuencias de sus decisiones. Todo esto, mientras se acostumbra a controlar estos nuevos sentimientos y emociones que lo ponen todo patas para arriba. Mantener la cabeza fría y los sentimientos de lado nunca fue tan importante como ahora. No obstante, son esos mismos sentimientos los que pueden cambiarlo todo. Porque los clones comienzan a darse cuenta, como así también algunos de los originales, que no se trata de dos razas distintas. Al fin y al cabo, todos son lo mismo: humanos.
Hubo partes muy buenas, otras muy graciosas -alrededor de la página 30 ocurre algo que me hizo desternillar de la risa-, y muchas frases geniales. Traiciones, alianzas, miedos, incertidumbres y certezas. Este libro tiene un poco de todo, y me leí casi 300 páginas en un sólo día. Es llevadero, no te deja aburrirte, y te tiene con ese pensamiento de '
¿Qué pasó con Lenah?' casi todo el maldito tiempo. En el capítulo 28... ¡morí! Estaba sola en casa mientras lo leía, y no paraba de gritar '
¡Dale, Nahier!', '
¡¿Qué hacés?!', '
¡Maldita sea!'. Sí, bastante emocionante la cosa. Asimismo, en este libro podemos ver cuánto han machacado los originales a los clones, cuánto les han inculcado que no son nada.
Me sentía enojado, dolido e impotente, porque a pesar de que la deseaba, sabía que ella jamás sería mía: yo no podía tenerla, porque nada me pertenecería jamás, ni siquiera mi propio cuerpo.
Creo que todo se resume a las frases de portada y contraportada del libro:
UNA PROMESA PUEDE CAMBIARLO TODO
UNA CARRERA EN LA QUE VALE TODO
INCLUSO MATAR O MORIR